TEXTO LEIDO ABADESA DEL
CONVENTO SOR INMACULADA CASTANEDO, DURANTE LA MISA-BENDICION IGLESIA CONVENTUAL
DE LAS MONJAS CONCEPCIONISTAS FRANCISCANAS DE ILLESCAS, TRAS LAS OBRAS DE
REHABILITACIÓN DEL TEMPLO (26 Febrero 2012)
Estimado Sr. Cura Párroco y
Vicario Episcopal de Toledo, que en nombre del Sr. Arzobispo D. Braulio, que
hubiera deseado estar aquí, preside esta celebración. Queridos sacerdotes
concelebrantes y queridos todos los que nos acompañáis.
Hoy es un Día grande para
nosotras y estamos alegres. Damos gracias a Dios por ver hecho realidad este
proyecto de rehabilitación de la Iglesia que amenazaba ruina y llevaba cerrada
al culto demasiados años.
Gracias también a la Madre Consolación
que durante tanto tiempo ha sido nuestra Abadesa y que con celo y ahínco, nos
ha guiado como hijas suyas. Un recuerdo muy especial para las hermanas que nos han precedido y han
partido a la Casa del Padre y a las hermanas presentes que formamos la
Comunidad actual de Concepcionistas Franciscanas de Illescas.
Hace ya 28 años que regresamos
al nuevo convento desde que tuvimos que abandonar el anterior por su falta de
acondicionamiento y ruina. Lo tenemos aquí al lado, a nuestra derecha, anexo a
la Iglesia.
Esto me recuerda que son casi
60, los años que convivimos en Comunidad entre los vecinos de Illescas,
inicialmente en este convento antiguo del que os hablo. Fueron años de penurias
y calamidades ofreciendo todos los sacrificios al Señor. Eran otros tiempos claro,
pero con la ilusión de nuestra juventud y la oración que siempre nos acompaña, fuimos
forjando y creciendo en nuestra vocación de entrega.
Algunas de vosotras que hoy
os sentáis en estos nuevos bancos de madera relucientes, donde antes había
escombros de la bóveda y la cúpula derruidas, aprendisteis las primeras letras y
los primeros bordados en nuestro colegio para niñas, donde mejor o peor,
pusimos lo mejor de nosotras mismas, de todas las hermanas de la Comunidad de
Concepcionistas de Illescas, en la iniciación educativa de nuestras hijas,
porque también las consideramos como propias. Cerrado el colegio, hasta hace
poco, hemos mantenido abierta la posterior guardería y educado en la fe a
muchos niños.
Quiero mostrar mi
agradecimiento expresamente a los colaboradores que me han ayudado en esta
tarea de reconstrucción de la Iglesia, porque sin ellos no se podría haber
llevado a cabo y por supuesto a tantas almas buenas y generosas de particulares
que con su aportación económica han contribuido a esta obra que devuelve a
Illescas, un templo fundado por el Cardenal Cisneros en 1.514.
También indicar que ello nos ha
supuesto un endeudamiento del cual esperamos salir poco a poco con la ayuda de
Dios y contando con vuestras aportaciones.
Que Dios en su inmensa misericordia,
os premie a todos, los desvelos que habéis tenido con esta Comunidad. Y tener
la seguridad que en la medida que nuestras fuerzas, seguiréis contando con
nuestra oración desde la clausura.
¡Rogamos también, para que el
Señor nos bendiga con nuevas vocaciones, para que esta obra que comenzó nuestra
fundadora Santa Beatriz de Silva, siga dando sus frutos”.
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